Tras la definitiva vuelta a casa creo que ya
podemos hacer balance. La semana pasada leí un artículo que decía que la cosa
podía haber ido mucho peor….claro, también podría haberse acabado el mundo;
obviamente casi siempre se puede estar
peor pero esa afición a pintar la realidad de un tono menos negro me empieza a
preocupar. Sabéis que no me gusta el dramatismo ni nada que se le parezca pero
las cosas son como son, no se ha vendido como debería, es probable que no se
vuelva a hacer porque nos habíamos acostumbrado a unos números irreales, a
tener que crecer cada año como mínimo un 20%,a despachar más que a vender, y
eso amig@s míos no es real, sólo ha sido el reflejo de la burbuja ladrillera.
Lo que queda de 2012 y lo que para nosotros
(los que formamos el mundillo turístico desde uno u otro lado) es el comienzo
de la peor temporada, en la que no solo tenemos que dedicarnos a pelear hasta
la extenuación por las pocas ventas que hay esta época sino que además es
momento de diseñar la estrategia a seguir cara al cliente en momentos
decisivos, cómo pueden ser los puentes más importantes el año (en general la
Constitución y Semana Santa el resto son migajas) las escapadas navideñas y la
tercera edad porque aunque son los departamentos de Marketing quienes hacen el
diseño general somos los que estamos a pie de calle y tenemos un trato directo
con el cliente quienes tenemos una idea más directa de por dónde van a ir las
cosas y que mercados tienen más posibilidades (por lo menos en nuestra zona).Como
en todo, ya sabéis que hay determinadas personas que marcan el camino a seguir
en muchos casos con una idea algo distorsionada sobre la realidad (sobre todo
por falta de cercanía al cliente final) por eso siempre digo que desde las
agencias tenemos que pensar que hacer hasta Semana Santa porque aunque tenemos
mucha gente pensando a nuestras espaldas que hacer para mejorar en ventas
realmente (y siempre desde mi humilde opinión y respetando a todos) creo que
quien realmente podemos redirigir las ventas somos nosotros, los que tenemos un
trato directo con el cliente, porque sabemos más o menos hasta donde pueden
llegar económicamente ya que las oficinas de calle se nutren más o menos siempre de los mismos clientes, que ya
conocemos y sabemos de qué pie cojean.
Nos enfrentamos a un otoño parecido al
anterior ya que por un lado el retraso en el inicio de la campaña del Imserso
nos lastra ya que muchas ventas paralelas de tercera edad se cierran por falta
de plazas “públicas” y obviamente si se
empieza a vender más tarde, la gente vendrá después que otros años y perderemos
las primeras salidas. Por otro lado está la triste realidad, y es que son
muchas las familias españolas que han de recibir ayuda de los abuelos para
poder salir adelante por lo que éstos últimos recortan en cosas no tan
necesarias como pueden ser viajes.
Este caso es muy parecido al de los
históricos grupos de estudiantes que salvaban los meses de Enero y Febrero, y sí,
hablo en pasado porque cada vez son menos en cantidad y mucho menos rentables.
La venta de grupos de estudiantes es una de las más duras del año en la que se
materializa la competencia (es muchos casos desleal, mucho) ya que no son
tantas las universidades ni tantos estudiantes los que acaban las carreras cada
año que pueden (y quieren) permitirse irse al Caribe, que es lo habitual, con
sus compañeros de promoción; es normal encontrarse en la misma sala en la que
estas tú a la competencia tomando nota y en más de un caso intentando tirar por
tierra tu producto (cuando en general es el mismo o muy parecido)…..el tema de
los grupos de estudiantes me da para tres o cuatro post así que os prometo que
lo aglutinaré todo en uno y más adelante os lo contaré.
El resumen de hoy es que hay que aprovechar
que hemos venido con las pilas bien cargadas de las vacaciones (los que hemos
tenido la suerte de irnos ya ) para tener en una mano las estrategias que nos
envían nuestros respectivos departamentos de marketing y en la otra nuestra
propia iniciativa, conocimiento del mercado, del cliente final y la coyuntura
general y con todo ello mantener un equilibrio de forma que en la medida de lo
posible cumplamos las expectativas y podamos mirar al futuro con algo más de
optimismo y algo menos de incertidumbre.
Y para mi el balance del verano es
mejorable,no tanto en ventas sino en imagen,porque desde mi punto de vista con
tanta campaña genera que mas desconfianza que otra cosa(mas de una vez he dicho
aquí que no podemos bombardear dia si dia también con tan promoción)damos
imagen de desesperación pero este año ha sido la tónica general y sino mirad la
prensa en papel de este verano,las verticales copaban las zonas mas visibles
con mil y una promociones;también es cierto que se debe a los acontecimientos
generales pero sigo creyendo que es contraproducente.
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